La iglesia domestica
La iglesia empieza en el hogar Refiriéndonos al hogar como iglesia doméstica no es un concepto nuevo. La Iglesia dio comienzo al reunirse las familias a compartir y celebrar la fe unos con otros. El Concilio Vaticano II, recalcó la importancia que es transmitir la fe en el hogar…“los padres han de ser para con sus hijos los primeros predicadores de la fe, tanto con su palabra como con su ejemplo” (Lumen Gentium, #11).
El Papa Juan Pablo II enfatizó la importancia que es el rol del hogar en el crecimiento de la fe y declaró que la relevación y actuación especifica de la comunión eclesial está constituida por la familia cristiana que también por esto puede
y debe decirse “iglesia doméstica”(58). Y más recientemente el Papa Benedicto XVI reafirmó la importancia entre la evangelización y la familia diciendo que “la nueva evangelización depende en gran parte de la iglesia doméstica” (En el discurso del Santo Padre Benedicto XVI a la Plenaria del Consejo Pontificio para la familia. El 1 de diciembre del 2011. http://www.vatican.va/holy_ father/benedict_xvi/speeches/2011/december/ documents/hf_ben-xvi_spe_20111201_pc-family_
sp.html).
¿Qué hace al hogar una iglesia doméstica? Le presentamos cuatro bases que guía a las familias en la fe en su diario vivir.
1. La vida familiar es sagrada—Considere cómo reaccionarían los miembros de su familia si ellos realmente creyeran que cada vez que entran por la puerta de su hogar entran a una Iglesia. ¿Sería más sagrado el tiempo que compartirían juntos como familia? ¿Cómo considerarían que se resolverían los conflictos o las diferencias? ¿Cómo compartirían y
celebrarían los eventos del diario vivir? ¿Qué tan rápido buscarían reconciliarse y enmendar sus errores?
2. Las acciones de las familias son bendiciones—Si la vida familiar es sagrada entonces las acciones que salen de la familia son bendiciones. Esto no significa que nunca tengan conflictos familiares especialmente cuando se convive e interactúa
como familia pero tenemos que recordar que Dios siempre está presente.
3. La familia como comunidad evangelizadora— La fe que se desarrolla y cultiva en el hogar se supone que no se debe de quedar entre las paredes del hogar y ni ser limitada al trasmitirla solo con la comunidad parroquial. Nuestra fe hay que compartirla por todo el mundo, tanto por medio de palabras como de acciones. Esto se conoce como evangelización, es la principal responsabilidad de la iglesia doméstica.
4. La familia es un ministerio—Cada persona está llamada a descubrir los dones y los regalos que Dios le ha dado para servir en el mundo. Así es que cada familia está llamada a descubrir su ministerio. ¿Tu familia comparte sus bienes con los que no tienen? ¿Ayuda a las jóvenes en peligro de abortar? ¿Hospeda a los desamparados? o ¿Aconseja a los adolescentes
que están en problemas? Tal vez su familia está llamada a promover las vocaciones o ayudar a
catequizar a otros en la fe. Parte de la vida de la iglesia doméstica es discernir y preguntarse ¿cómo Dios me está invitando hacer iglesia para el mundo? Para más ideas en lo que respecta la iglesia doméstica, por favor revise la sección de este
folleto bajo el título de “Sugerencias para vivir la fe en familia”.

Invitamos a todas las familias de nuestra parroquia a que se vinculen a nuestra pastoral familiar. La familia debe fortalecerse en la fe a través de la Palabra de Dios y los sacramentos.

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